METODOLOGÍA

Este proyecto quiere formar en los NNA  y los adultos de su entorno, una conciencia y cultura de Paz, donde ellos y ellas sean reconocidos por los adultos como actores y sujetos sociales con Derechos inalienables e irrenunciables. Desde su experiencia de niños y niñas, construirán espacios que les permitan compartir con sus compañeros y familias las diferentes acciones que los llevaran a hacer de la paz algo cotidiano.

La clave pareciera estar entonces, en fomentar la práctica del juego y actividades artísticas (lúdica) desde la primera infancia, desde otros enfoques, a fin de formar en los NNA la comunicación, empatía, colaboración y otras, dirigidas a desarrollar relaciones solidarias y promover los valores que inspiran la cultura de paz y convivencia positiva; desechando la competencia e individualismo.

Podemos afirmar que del sinfín de tipos de juegos existentes, los llamados juegos cooperativos y juegos para la paz, representan una de las mejores formas de entregar valores que favorezcan la buena convivencia y buenas relaciones a las futuras generaciones. Lamentablemente en la actualidad, nos encontramos con una serie de obstáculos para el juego y la recreación, contradictorio cuando éstos han sido considerados esenciales para la vida de los NNA.
El proyecto “Juguemos en el bosque para que Mambrú no vaya a la guerra” pretende aportar a docentes y adultos de la comunidad educativa, una reflexión y un método acerca de la forma en que se debe utilizar el juego cada día en la escuela para lograr una sana convivencia entre los NNA. La escuela por su función de ente socializador, cumple un rol importante en esta área, y un aliado en la tarea recreativa de enseñanza aprendizaje,  al generar en los y las estudiantes procesos que conlleven a una transformación socio – cultural que permita que las niñas y los niños dejen de ser objetos de las diferentes manifestaciones de violencia simbólica y estructural.

Proponemos a la Comunidad Educativa de las 10 IE participantes, utilizar el juego y la lúdica como herramienta  y estrategia para proteger a los NNA de la violencia y ser los complementos y refuerzos que la tarea de formar y educar, para mantenerles en la escuela. La vida de los NNA gira en torno al hogar (familia) y la escuela (docentes y pares) allí aprenden los valores y la disciplina para ser adultos de provecho a la sociedad; estos entornos deben ser seguros, amorosos y firmes a la hora de educar. Claros en el fin: “Se educa para la vida, la paz y la democracia”; en un entorno en conflicto donde los violentos no respetan ningún valor.

El juego es la actividad fundamental en la vida los NNA (aunque se piense que es una distracción pasajera, sin más objetivo que el de producirles un placer y algunos adultos consideran una pérdida de tiempo). Mediante la lúdica, los NNA comprenden el mundo real, adquieren esquemas mentales y actúan en consecuencia. El juego favorece el reencuentro y la sociabilidad hacia los otros y, en la medida que copian y adaptan el mundo de los adultos, los NNA reproducen los valores y las actitudes familiares. Los objetivos generales que se pretenden conseguir por medio de la lúdica y las expresiones artísticas responden a actitudes y acciones básicas que se deberán desarrollar en los NNA, como son tolerancia, justicia, responsabilidad, respeto, igualdad, autoestima, confianza, solidaridad,  proclividad al bien común y capacidad para resolver los conflictos de manera pacífica.

Se parte de la base de que el juego es un derecho en la vida de los NNA. “Todos los niños y niñas del mundo tienen derecho a disfrutar plenamente de juegos y recreación”. Convención de los derechos de NNA. UNICEF. Pero una de las características de nuestra época, como bien lo señala Susana Gamboa en su libro Juegos por la Paz (2003), es que “hay poco espacio para lugares tradicionales de juego como la plaza. Por otro lado la tecnología moderna ofrece objetos que abruman al niño y cambian sus parámetros de goce al aire libre”. Pensando que se ha comprobado que las nuevas tecnologías han remplazado al juego al aire libre, colocándolo en un segundo lugar. Tenemos por un lado que, lo “moderno” ha conseguido arrebatar de cierta forma al niño de la plaza, y llevarlo a la computadora u ordenador; siendo que ésta ha sido por años un símbolo de juego, y una de las actividades que más disfrutarían los NNA.  Para el caso que nos ocupa, podemos afirmar, con seguridad, que no ha sido la tecnología quien ha arrebatado la plaza a los NNA para el juego, han sido los violentos quienes les han arrebato el bosque para que jueguen libremente; así los violentos son el lobo malo que acecha los pequeños y pequeñas “Mambrú” para llevarlos a la guerra, dejando dolor y pena en la sociedad.
Por medio del proyecto “Juguemos en el bosque para que Mambrú no vaya a la guerra” se abre un reto y oportunidad para docentes, padres, madres y líderes políticos y sociales de construir junto a los NNA un mundo lúdico de Paz, con hogares y escuelas más amables, acogedoras y protectoras, remodelando una sociedad que necesita desaprender los saberes de la guerra y aprender los de La Paz para poder Ser.

Mediante esta propuesta de educación lúdica en cultura de paz, se educa para convivir en paz con el otro y la otra, en medio de la diferencia, replanteándose   conceptos y actitudes como: ganador y perdedor (se vale ganar a cualquier precio y a costa de los demás), el facilismo y la elección preferente del camino más corto, “el atajo” sin importar si es legal o no, la respuesta violenta y de fuerza, como única salida frente a cualquier problema o conflicto, privilegiándola por encima del diálogo, la conciliación y la reconciliación;   e ir afianzando los valores, comportamiento y actitudes de una cultura de paz: Respeto por los Derechos y la otredad, tolerancia, solidaridad, confianza, cooperación, justicia, altruismo y amor, entre otros, y todo se aprende jugando, cantando, pintando, escenificando y creando en momentos de sano esparcimiento, alegría y convivencia que se comparten para celebrar la confianza y la vida y exorcizar el miedo y la muerte.

Se busca la total participación de los y las 1500 estudiantes seleccionados, predominando los objetivos colectivos sobre las metas individuales.

Para que los docentes, directivos, madres y padres de familia, aprendan la metodología, el uso de los materiales y se apropien de su responsabilidad en el aula, la escuela reciben capacitación y entrenamiento en educación lúdica en cultura de paz y en la metodología del proyecto

Se realiza coordinación general de actividades y acompañamiento psicosocial como estrategias para mantener la coherencia y unidad del proyecto, garantizar y promover la aplicación de la metodología y la realización de las actividades propuestas en la escuela y el hogar, fortalecer la autoestima y la comunicación individual y colectiva, especialmente en torno a las familias de los NNA participantes del proyecto, enseñar técnicas y métodos para el diálogo y la resolución pacífica y concertada de los conflictos familiares, escolares y comunitarios que se presenten e interfieran con el logro de los resultados y objetivos del proyecto y por último buscar y concertar los apoyos externos que se requieran para fortalecer las acciones del proyecto, lograr sinergias institucionales y buscar la continuidad de la iniciativa una vez finalice el apoyo de la Unión Europea.

1 comentario:

  1. Es un proyecto muy interesante, con ambiciones grandes y positivas en este punto clave en el que se encuentra nuestro país; es por esto que el deber que nos ocupa es replicarlo y adaptarlo a las necesidades de nuestra cotidianidad. :) muy buen aporte Neruda Díaz Martínez

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